Desde siempre, la corsetería ha sido una parte esencial, por no decir imprescindible en el vestuario de las mujeres. Siempre hemos escuchado que la belleza está en el interior, y así es. A la belleza del alma, va ligado el bienestar y la libertad que otorga el ir bien vestidas en nuestro interior.
Ya en la Antigua Grecia, las mujeres usaban bandas de tela alrededor del busto para brindar cierto nivel de sujeción. La función fundamental a cubrir con la ropa interior, ha sido siempre la de aportar confort, aunque es cierto que hoy en día, se incluye el valor añadido de la belleza y del sentirnos bien con nuestro cuerpo y por ende, con nosotras mismas.
La buena corsetería, trae a las mujeres un confort y una seguridad que cambia vidas. Por ello, en el post de hoy, descubriremos algunos aspectos sobre este arte; cómo surgió y en qué se diferencia de la lencería, concepto que en gran medida, suele confundirse con la corsetería.
Las raíces de la corsetería se remontan a civilizaciones antiguas, donde ceñirse la cintura comenzó como una necesidad funcional. A lo largo de los siglos, el corsé fue empleado, tanto a modo de faja reductora, como para asegurar una posición conveniente al estatus de la alta sociedad. Hoy en día, estos corsés se han tranformado en prendas como fajas o bodies que, sin perder la comodidad, cubren funciones como la de moldear la figura o corregir la postura.
Body Corrector de Figura con Aro y sin Relleno, Madison, Primadonna
Como reacción contra las limitaciones que los corsés brindaban a toda persona que los llevaba, junto con el auge del movimiento feminista que aparece alrededor del año 1850, surge la necesidad de abogar por prendas más ligeras que permitiesen a las mujeres hacer mejor la digestión y respirar con facilidad.
Los primeros prototipos de sujetador surgen en Inglaterra, Estados Unidos, Alemania y Francia. Aunque lo cierto es que se presume que el primer sujetador moderno hizo su aparición de la mano de Mary Phelps Jacobs, una dama de la sociedad neoyorquina. Corría el año 1913, cuando Mary se hizo con un vestido de noche carísimo para una fiesta de sociedad. Este vestido dejaba al descubierto el contorno de su corsé, por lo que decidió confeccionar un sujetador sin espalda, empleando dos pañuelos blancos, una cinta y un cordón.
Uno de los primeros sujetadores sin espalda, confeccionado por Mary Phelps
Dado el triunfo de esta idea, Mary Phelps presentó su proyecto en la oficina de patentes. En noviembre del año 1914, se le concedió una patente y confeccionó manualmente varios centenares de sujetadores.
En este vídeo de Vogue, ilustrado por Coco Dável, se narra, a través de preciosas ilustraciones, la historia de una prenda icónica; el sujetador.
En los años 30, los sujetadores empezaron a adquirir muchas de las características que tienen hoy: letras para el tamaño de las copas, cierres de corchetes, tirantes regulables, etc. Las mejoras en la elasticidad del tejido, la variedad de colores, estampados y estilos, ayudaron a popularizar el sujetador entre las mujeres de la época.
Cuando el sujetador empezó a aparecer en las películas de Hollywood, y las potentes campañas de marketing de los grandes almacenes comenzaron a publicitar esta prenda, aquellos sostenes de pico que lucían las populares iconos sexuales de la época, comenzaron a popularizarse entre el público de clase alta.
De hecho, hoy en día, para el buen corsetero o la buena corsetera, el famoso “pecho de pico” sigue siendo el ideal. A pesar de ello, la fuerza que el pecho ejerce y la evolución tanto de las modas como de las técnicas de fabricación, ha ido transformando lo que hoy nos parece una forma algo peculiar, en la común forma circular que observamos hoy día.
La estrella de Hollywood Marylin Monroe luciendo debajo de un jersey, uno de los populares "sujetadores torpedo" de la época
De hecho, este sujetador cónico estilo torpedo, que había triunfado en los años cuarenta en Hollywood, fue recuperado por Jean Paul Gaultier, quien tras utilizarlo varias veces en colecciones de los ochenta, se lo propuso a Madonna para una de sus giras más importantes en 1990.
El transgresor vestuario de esta gira, ha pasado a formar parte de la historia de la moda, no solo por el sujetador cónico, sino porque la cantante introdujo la visión de la ropa interior como prenda de exterior, algo que a día de hoy continúa siendo tendencia. De hecho, seguro que alguna vez has visto, o tú misma has lucido, un sujetador de tipo bralette debajo de una americana o una blusa.
Madonna luciendo el corsé cónico de Jean Paul Gaultier durante la interpretación de «Like a Virgin» en el Blond Ambition World Tour de 1990
Concluimos con que la corsetería engloba sujetadores, prendas moldeadoras como fajas y en general, ropa interior femenina. Este tipo de modelos, por regla general no están demasiado marcados por el diseño y la estética, ya que suelen ser de tonos neutros, como el beige, los cuales son muy útiles cuando vas a vestir una prenda blanca, por ejemplo. Además, están confeccionados con materias primas naturales como algodones, linos o lycras, entre otros. A pesar de ello, los últimos modelos confeccionados mediante la alta tecnología y expertos corseteros, como los que puedes encontrar en laCorsetera, se empiezan a diseñar sin costuras, cortados con láser, una vez más abogando por la comodidad y la utilidad.
Si has llegado hasta aquí, ya sabes lo que es la corsetería, pero….¿qué definición darías si te preguntasen por lencería?
Prácticamente todo el mundo entiende el concepto de lencería como un tipo de ropa interior que se sale de los básicos y aporta sensualidad y dinamismo a la hora de vestir nuestras entrañas. Lo cierto es que, aunque os sorprenda, ESTO NO ES LENCERÍA. Tradicionalmente, la lencería es un tipo de vestimenta totalmente diferente a lo que conocemos por este término. Lo que pocos saben, es que la lencería no es ropa interior. En resumidas cuentas, la lencería se basa únicamente en camisones, pijamas y batas.
Así es. Por lo que si para este 14 de febrero estás buscando algo diferente y sensual, lo correcto sería que preguntases por CORSETERÍA LENCERA, de lo contrario, te encontrarás con prendas que poco se acercan a esa idea sexy y ligera que tenemos de la lencería.
Como ya hemos visto, la corsetería clásica destaca por sus colores neutros o su funcionalidad, en cambio, la corsetería lencera es más glamurosa, sexy, atrevida, y suele ir de la mano de materiales más delicados, como la seda, el raso, los tules…etc. , hecho que hace a la mujer empoderarse. La confusión viene cuando, al producirse corsetería de baja calidad en masa, alguien optó por diferenciar esta de la corsetería de buena calidad, calificándola de lencería.
Un poco lioso, ¿verdad? No te preocupes, pues a continuación se encuentra una tabla explicativa que te hará comprender, en un golpe de vista, las diferencias entre corsetería, corsetería lencera y lencería.
Después de haber leído todo esto, podríamos concluir con que la corsetería tradicional o básica, es mucho más funcional que la corsetería lencera, que queda en un plano más atrevido y jovial. En cambio, en laCorsetera hemos venido a romper barreras. En laCorsetera atravesamos mitos, cambiamos las reglas y apostamos por productos que cumplen todas estas características en una misma pieza, contando así con los mejores sujetadores del mundo en cuanto a comodidad, funcionalidad y confeccionados con últimos tejidos y tecnologías, pero que, a su vez, cuentan con diseños exclusivos y rompedores. Con estos avances, la delgada línea que separa la corsetería clásica de la corsetería lencera, se va difuminando y ambos estilos se van fusionando. El modelo que aparece a continuación es un claro ejemplo de esto, pues combina diseño y encajes sensuales y elegantes, y además se trata de un sujetador reductor que aporta un confort máximo. Esto ofrece opciones para todo tipo de mujeres y de cuerpos.
Sujetador reductor copa entera con aros, máxima sujeción, COUTURE, PRIMADONNA
Actualmente, la mujer puede empoderarse sin necesidad de ir incómoda. Nosotras ya no creemos ni apostamos por el popular dicho “para presumir hay que sufrir”. ¿Y tú?