Seguro que en alguna ocasión te has planteado si llevas tu talla correcta de sujetador. Lo ideal sería calcular tu talla antes de empezar a comprar sujetadores, pero esta duda suele surgir cuando no te sientes cómoda con ellos.
Los aros se clavan o molestan, los tirantes hacen marcas en lo hombros o la espaldillas se mueven, entonces piensas en ello. ¿Llevo bien la talla de sujetador?
Para calcular tu talla de sujetador, sobre todo, debes medirte de dos formas distintas. Para medir tu contorno de pecho, debes hacerlo a dos alturas, sobre el pezón y debajo del pecho.
Para tomar la medida del busto en la parte superior debes llevar un sujetador sin relleno puesto, para que esté colocado a la altura correcta. Una vez tomada ésta medida, pasamos a la siguiente, rodea tu cuerpo justo donde el pecho acaba y empiezan las costillas. No aprietes demasiado, ni tampoco dejes la cinta métrica holgada, para que la medida sea lo más ajustada posible a ti. Cuando ya tienes las medidas, llega el momento de calcular tu talla de sujetador, lo puedes hacer con una tabla o con nuestra calculadora de tallas.
Un detalle muy importante es que no somos solo centímetros, las medidas no lo son todo, y tu gusto personal influye mucho.
Cuando tengas el resultado, siempre puedes elegir esa talla o una de sus equivalencias. Esto son las tallas que, variando una espalda más o menos ajustada, mantienen la talla de copa que va mejor para tu pecho.
Por ejemplo: si tu resultado ha sido una 100E, pero te gusta que la espalda te vaya más justa, podrás elegir una 95F o si la prefieres más suave, una 105D. La copa (que es la letra) no es universal, cada copa lo es en proporción a su espalda, por eso varía cuando buscamos las equivalencias.
Tan importante como elegir bien la talla de sujetador, es elegir uno adecuado para tu pecho. Tal vez quieras levantar el pecho caído, tal vez disimular el pecho o tu prioridad sea aumentar el volumen de tu busto. Recuerda que en ningún caso subir o bajar la talla distinta a la tuya, incrementará la efectividad de un sujetador. Es decir, llevar el sujetador más pequeño no va a hacer que lo lleves más sujeto o más alzado.
Llevar una talla de sujetador errónea puede causar no solo molestias y dolores, también marcas y lesiones, además de acelerar el proceso de envejecimiento del pecho, haciendo que quede caído antes.
Cuando tomas tus medidas puedes saber la copa de tu sujetador y también la espalda, y ambas componen la talla. La letra corresponde a la copa y el número a la espalda, y siempre van en proporción.
Si cambias tu talla de espalda porque has ganado o perdido peso y ya no te resulta cómoda, pero tu pecho se mantiene igual, al modificar la espalda también lo debes hacer con la letra.
Nuestro mejor consejo es que a la hora de cambiar de talla de sujetador, buscar equivalencias o un tipo de sostén busques asesoramiento especializado y personalizado, porque cada cuerpo es un mundo. Si tienes cualquier duda, contacta con nosotras por correo y cuéntanos qué te preocupa, qué buscas y cómo son los resultados que quieres conseguir. ¡Nosotras te ofrecemos nuestro asesoramiento personalizado 100% encantadas!